Recurso

Enfermedad de las encías y AR

Un estudio encontró nueva evidencia de que una bacteria que se sabe que causa infecciones inflamatorias crónicas de las encías también desencadena la respuesta inflamatoria "autoinmune" que se observa en afecciones como la AR.

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2017

Un estudio en el Hospital Johns Hopkins ha encontrado nueva evidencia de que una bacteria que se sabe que causa infecciones inflamatorias crónicas de las encías también desencadena la respuesta inflamatoria "autoinmune" que se observa en afecciones como la artritis reumatoide. Estos nuevos hallazgos podrían tener implicaciones importantes en el tratamiento y la prevención de la AR.

El denominador común identificado en la enfermedad de las encías y en muchas personas con AR es una bacteria llamada Aggregatibacter Actinomycetemcomitans.

Se ha observado una asociación clínica entre la enfermedad de las encías y la AR desde principios del siglo XX y, con el tiempo, los investigadores han sospechado que un factor común puede desencadenar ambas enfermedades. Una infección por esta bacteria parece inducir la producción de proteínas citrulinadas, que se sospecha que activan el sistema inmunológico.

La citrulinación ocurre naturalmente en todas las personas como una forma de regular la función de las proteínas. Este proceso se interrumpe en personas con AR, lo que resulta en una cantidad anormal de proteínas citrulinadas. Esto conduce a la creación de anticuerpos contra estas proteínas que provocan el ataque a los propios tejidos de la persona y provocan inflamación.

Para este estudio, un equipo de expertos en microbiología/enfermedad periodontal (de las encías) y AR comenzaron a buscar un vínculo común con ambas enfermedades. El estudio demostró que un proceso observado previamente en las articulaciones de pacientes con AR era similar al que ocurría en las encías de pacientes con enfermedad periodontal.

Como parte del estudio, el equipo desarrolló una prueba para detectar anticuerpos contra la bacteria en la sangre. De los 196 pacientes con AR examinados, casi la mitad tenía evidencia de infección con esta bacteria. Esto fue similar a los datos de las personas con enfermedad de las encías, pero en el grupo de personas sanas, solo el 11% tuvo una prueba positiva.

Felipe Andrade, investigador principal del estudio y profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, advirtió que más del 50% de los participantes del estudio con AR no mostraron evidencia de infección con la bacteria, lo que puede indicar que otras bacterias en el intestino, pulmón u otro lugar podría estar usando un mecanismo similar para provocar la citrulinación de proteínas y que es necesario realizar más investigaciones y sugiere que: “Si sabemos más sobre la evolución de ambas combinadas (bacteria y enfermedad), tal vez podríamos prevenir [la enfermedad] en lugar de simplemente intervenir”.

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